En esta obra, José Luis Díaz continúa con los temas planteados previamente en La conciencia viviente al presentar una visión integral del estudio del cerebro y la conciencia, y expone los elementos que dan origen e influyen en la formación de la conciencia, como son las funciones fisiológicas, la percepción, la subjetividad humana e incluso los imaginarios colectivos de las distintas sociedades.
La amalgama de cuerpo y mente que constituye a toda persona es uno de los misterios más antiguos, recalcitrantes y trascendentes del pensamiento humano. El enigma es la naturaleza de esa unión, relación, o dilema: ¿se trata de una sola cosa o dos, una material y otra espiritual?
El libro define los rasgos, aspectos y expresiones de diez facetas o funciones particulares y peculiares de la autoconciencia que pueden operar por separado, coordinarse parcialmente o trabajar como un todo interactivo e integrado.